jueves, 9 de mayo de 2013

Repúblicas Bananeras

"El trato que un gobierno da a su propio pueblo, normalmente no se considera como asunto que concierne a otros gobiernos o la comunidad internacional de Estados. El maltrato, sin embargo, de alemanes por alemanes durante el nazismo traspasó, como se sabe ahora, en cuanto al número y a las modalidades de crueldad, todo lo que la civilización moderna puede tolerar. Los demás pueblos, si callaran, participarían de estos crímenes, porque el silencio sería consentimiento"
ROBERT H. JACKSON, en el discurso de apertura del juicio de Nüremberg

Para aquellos que a lo largo y ancho de ibero América añoran los regímenes autoritarios, la aspiración de colgar o fusilar -no lo digo metafóricamente- a jueces como Baltasar Garzón, va más allá del cobro de afrentas no tan viejas como haber encarcelado a Pinochet. El nombre de uno de los acusadores en el proceso actual -Falange- es uno de aquellos que parafraseando a Serrat: "si no fueran tan temibles nos darían risa/ si no fueran tan dañinos nos darían lástima".

Los fascistas y sus herederos consideran una afrenta la recuperación de la memoria histórica de aquellos países que sufrieron guerras civiles o las llamadas "guerras sucias", en donde se aplicó sistemáticamente el terrorismo de estado. En este estado de cosas, no sería inaudito que -en un futuro no tan remoto- algún grupo neonazi inicie un proceso por daños y perjuicios en contra de los responsables de los procesos de Nüremberg. ¡Ganas no les faltan! De momento lo que no tienen es el poder para hacerlo.

Para lo que todavía tienen poder de sobra, es para mantener vigentes leyes de amnistía en ibero América -que generalmente se aprobaron sin universalizar el acceso a la verdad- o para disuadir por las buenas o por las malas a aquellos grupos o individuos que como el juez Garzón pretenden aprovechar los espacios del estado de derecho para buscar la aplicación de justicia en casos de crímenes en contra de la humanidad que no prescriben y que en teoría están fuera de las leyes de amnistía.

De triunfar el proceso en contra de Garzón, a España le sobrarían méritos para pasar a formar parte de la Liga de Repúblicas Bananeras. También se estaría reconfirmando una verdad harto conocida, pero no por ello menos siniestra: nadie que se atreve a desafiar a los poderosos quedará impune.

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Texto escrito originalmente durante el juicio a Baltazar Garzón.


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