martes, 25 de septiembre de 2018

La equivalencia de un año de cárcel


Un juez salvadoreño ha establecido que $51.78 equivalen a  un año de cárcel, de manera que por simple aritmética un millón de dólares equivaldría a  19312 años. Un amigo filósofo concluyó que un pecado semejante solo se puede pagar en el infierno de Dante.



lunes, 17 de septiembre de 2018

Alejandro Filio en El Salvador




Hace 20 años regresando de México, justo la noche antes del vuelo, encontré en un diario mexicano la noticia de un disco  que el cantautor mexicano Alejandro Filio había grabado en colaboración con otros grandes cantautores e intérpretes como Silvio Rodríguez, Luis Eduardo Aute, Alberto Cortéz, León Gieco y otros. Se trataba del CD "Secreto a Voces", en el que Filio medía fuerzas con los grandes, proponiendo sus temas y cantándolos junto a ellos. En las condiciones que uno puede imaginar que Filio tuvo que afrontar para realizar aquel proyecto, uno puede reconocer la generosidad de sus colegas de profesión, ya que tal como lo explicaba Alberto Cortéz en el texto que acompañaba aquel disco, algunos cantautores a pesar de su "generosidad" tienen reservas a la hora de grabar en colaboración con otros artistas -sobretodo si no son muy conocidos- y lamentaba con nombre y apellido, la no participación de Serrat en "Secreto a Voces. Sin embargo, Cortéz reconocía por experiencia propia la alta probabilidad de fracaso que está implícita en la grabación de colaboraciones. A pesar de todo, Filio mantiene su respeto por Serrat, y lo coloca en las antípodas del Reino de los Ciegos, en donde reina un innombrable. 

 De un tiempo a esta parte, las canciones de su repertorio que hemos podido conocer y digerir, han pasado a ser parte de nuestros Inventarios y nuestro ADN. Y para muestra algunos botones: "Mujer que Camina", "Brazos de Sol", "No te Cambio" y otras que no somos capaces de  escuchar sin revivir querencias y vivencias. Filio no cantaba en El Salvador desde hace 12 años cuando se presentó en el Festival Verdad de la UCA, y la noticia de este recital se conoció hace pocas semanas, y así, el pasado 14 de septiembre pudimos verlo y y escucharlo en la Gran Sala del Teatro Nacional de San Salvador, y también pudimos compartir esa corta sesión de firma de discos y fotografías.  La  urgencia vigente de sus canciones  es un secreto a voces, el otro secreto -más grave aún- es que nuestro canta-autor es un ilustre desconocido en un mundo de desconocidos ilustres. Los caminos del arte están repletos de causas y azares, y el talento más grande no basta para ser reconocido. Si uno se pregunta por qué -desde los tiempos de Mozart y Salieri- el gusto dilettante prefiere la mediocridad innombrable, no debería esperar una respuesta fácil a una pregunta insondable. Como escribía Diderot, "Diablos, daría con gusto cien escudos por saberlo, amigo mío". Una cosa es cierta, los seguidores salvadoreños de Filio, si bien son pocos y contados, en general son más jóvenes que los seguidores del Serrat, y su insoportable levedad es menos impresentable que la insoportable levedad del "ser" de los seguidores salvadoreños del Sabina.










viernes, 14 de septiembre de 2018