lunes, 17 de diciembre de 2018

domingo, 16 de diciembre de 2018

16 Diciembre





DICIEMBRE 16
Mirarte y encontrar una palabra
AUTE

Donde quiera que estés
 te gustará saber
que te pude olvidar
y no he querido
SERRAT

De alguna manera 
tendré que olvidarte
Por mucho que quiera 
no es fácil ya sabes 
ha sido muy tarde
AUTE

Aquí está 
la palabra que busqué tantos años
merezco repetirla
impunemente ahora
aquí dejo caer
sobre la tierra
calladamente
la palabra más tuya.
JOSÉ CABALLERO BONALD 
                                                                                                                                    
Por si acaso
Por si alguna vez piensas en mi
Y en las palabras que dijimos
Y en las que no dijimos

No te preocupes
La palabra más tuya
No existe en el diccionario
Apenas silencios infinitos

Me habrían bastado dos o tres segundos
Y treinta años no son nada para olvidar
Y no es porque no haya querido
No es fácil ya sabes 

Pero no te preocupes
La palabra más tuya
No existe en el diccionario
Apenas silencios infinitos.


lunes, 26 de noviembre de 2018

El Séptimo Sello



Cualquier partida que se juegue contra la muerte, está perdida de antemano. A lo sumo, y haciendo nuestro mejor esfuerzo, podemos retardar brevemente lo inevitable, pero al final, la partida ya está decidida. Esa más o menos es la trama de "El Séptimo Sello", la obra maestra del director sueco Ingmar Bergman: un caballero que regresa de las cruzadas encuentra su región diezmada por la peste, y en medio de la fatalidad, reta a la muerte a una partida de ajedrez para ganar tiempo.

Sensaciones similares se perciben cuando el azar o el destino lo llevan a uno a los pasillos de la muerte en el sistema público de salud de El Salvador, o cualquier país del tercer mundo. La probabilidad de presenciar en primera persona la muerte de otro ser humano mientras se encuentra uno a la espera de ser atendido en una sala de emergencia es bastante significativa. Hasta este punto de la vida, he visitado los pasillos de la muerte acompañando a otros; pero en un día no tan lejano, ya llegará mi turno de jugar mi partida de ajedrez, y desplegar todos mis movimientos con el único fin de ganar un poco de tiempo.

Ganar tiempo frente a rival tan implacable es un movimiento tan desesperado, cómo inútil. La conocida historia -del criado que encuentra a la muerte en un mercado de Bagdad, y ruega a su amo que le preste un caballo para huir a Basora esa misma noche, y la posterior conversación del amo con la muerte en donde ésta exclama sorprendida: "Qué extraño que todavía se encuentre a esta hora en Bagdad, ya que tengo un cita con él  en Basora a medianoche"- ilustra que el tiempo "ganado" por el caballero de Bergman en realidad es tiempo concedido por un rival omnipotente.

Durante los últimos dos meses, la fatalidad me ha llevado a arrastrame nuevamente por los pasillos de la muerte de nuestro país. Es imposible hacer un recorrido semejante sin perder un poco o bastante de lo que llaman alma, motivo central de la lucha del caballero de Bergman. Ni tan siquiera es mi propia  partida de ajedrez y buena parte de mi humanidad ya se ha perdido por el drenaje. Como también  diría Dylan: "Aún no llega la oscuridad, pero no tardará."




domingo, 14 de octubre de 2018

Repiques de Libertad

A eso de las dos de la mañana de este día domingo catorce de octubre del dos mil dieciocho, sonaron sendos repiques de libertad, tímidos en algunos casos, casi incrédulos en otros, pero siempre dándole duro al badajo, porque días como este día catorce no abundan en el almanaque. Muchos decidimos celebrar en silencio, de la misma manera con la que nos aferramos a su recuerdo durante los años de plomo y oscuridad. Y sin embargo, este tiempo, esta vez, es el turno del ofendido. Este día y de una vez y para siempre, callan los Otros, Nosotros hemos callado desde siempre. Sentir por vez primera a la mentira condenada al silencio también es un repique de libertad.


viernes, 12 de octubre de 2018

El Turno del Ofendido

Me habéis golpeado, azotando 
la cruel mano en el rostro
 
(desnudo y casto

como una flor donde amanece
la primavera)

Me habéis encarcelado aún más 
con vuestros ojos iracundos
 
muriéndose de frío mi corazón
 
bajo el torrente del odio


Habéis despreciado mi amor 
os reísteis de su pequeño regalo,
 
ruboroso sin querer entender
 
los laberintos de mi ternura
 

Ahora es la hora de mi turno
 
el turno del ofendido por años silencioso
 
a pesar de los gritos
 

Callad
 

callad
 

Oíd.




Roque Dalton, 1962.

martes, 25 de septiembre de 2018

La equivalencia de un año de cárcel


Un juez salvadoreño ha establecido que $51.78 equivalen a  un año de cárcel, de manera que por simple aritmética un millón de dólares equivaldría a  19312 años. Un amigo filósofo concluyó que un pecado semejante solo se puede pagar en el infierno de Dante.



lunes, 17 de septiembre de 2018

Alejandro Filio en El Salvador




Hace 20 años regresando de México, justo la noche antes del vuelo, encontré en un diario mexicano la noticia de un disco  que el cantautor mexicano Alejandro Filio había grabado en colaboración con otros grandes cantautores e intérpretes como Silvio Rodríguez, Luis Eduardo Aute, Alberto Cortéz, León Gieco y otros. Se trataba del CD "Secreto a Voces", en el que Filio medía fuerzas con los grandes, proponiendo sus temas y cantándolos junto a ellos. En las condiciones que uno puede imaginar que Filio tuvo que afrontar para realizar aquel proyecto, uno puede reconocer la generosidad de sus colegas de profesión, ya que tal como lo explicaba Alberto Cortéz en el texto que acompañaba aquel disco, algunos cantautores a pesar de su "generosidad" tienen reservas a la hora de grabar en colaboración con otros artistas -sobretodo si no son muy conocidos- y lamentaba con nombre y apellido, la no participación de Serrat en "Secreto a Voces. Sin embargo, Cortéz reconocía por experiencia propia la alta probabilidad de fracaso que está implícita en la grabación de colaboraciones. A pesar de todo, Filio mantiene su respeto por Serrat, y lo coloca en las antípodas del Reino de los Ciegos, en donde reina un innombrable. 

 De un tiempo a esta parte, las canciones de su repertorio que hemos podido conocer y digerir, han pasado a ser parte de nuestros Inventarios y nuestro ADN. Y para muestra algunos botones: "Mujer que Camina", "Brazos de Sol", "No te Cambio" y otras que no somos capaces de  escuchar sin revivir querencias y vivencias. Filio no cantaba en El Salvador desde hace 12 años cuando se presentó en el Festival Verdad de la UCA, y la noticia de este recital se conoció hace pocas semanas, y así, el pasado 14 de septiembre pudimos verlo y y escucharlo en la Gran Sala del Teatro Nacional de San Salvador, y también pudimos compartir esa corta sesión de firma de discos y fotografías.  La  urgencia vigente de sus canciones  es un secreto a voces, el otro secreto -más grave aún- es que nuestro canta-autor es un ilustre desconocido en un mundo de desconocidos ilustres. Los caminos del arte están repletos de causas y azares, y el talento más grande no basta para ser reconocido. Si uno se pregunta por qué -desde los tiempos de Mozart y Salieri- el gusto dilettante prefiere la mediocridad innombrable, no debería esperar una respuesta fácil a una pregunta insondable. Como escribía Diderot, "Diablos, daría con gusto cien escudos por saberlo, amigo mío". Una cosa es cierta, los seguidores salvadoreños de Filio, si bien son pocos y contados, en general son más jóvenes que los seguidores del Serrat, y su insoportable levedad es menos impresentable que la insoportable levedad del "ser" de los seguidores salvadoreños del Sabina.










viernes, 14 de septiembre de 2018

jueves, 23 de agosto de 2018

Por culpa de Cortázar

Instrucciones para ceder el asiento en el autobús
En realidad no existe un método único para ceder el asiento en al autobús, más bien el manual nos instruye acerca del arte de convencernos a nosotros mismos de que deseamos hacer una buena acción, cuando en realidad casi siempre deseamos que alguien se nos adelante. Este día para no ir más lejos, mi lectura de Cortázar fue interrumpida casi abruptamente cuando una simpática anciana se subió al autobús 30-B en metrocentro, de manera que yo me comencé a preparar mentalmente para cederle el asiento, aunque en el fondo deseaba que otro lo hiciera. A mi favor puedo argumentar  que me encontraba a medio camino entre las dos  puertas del autobús, de manera que las probabilidades de que otro  pasajero se me adelantara eran bastante altas. Para mi fortuna fueron varios los pasajeros, quienes a su paso le ofrecieron el asiento a la anciana, pero ella rechazaba amablemente cada ofrecimiento. Comencé a sospechar que mi mala suerte era tal, que la buena señora, lo que en realidad deseaba, era mi asiento. Fueron segundos de gran suspenso, hasta que la anciana cruzó frente a mis narices y pasó de largo, ya que lo que en realidad deseaba era bajarse del autobús.

Instrucciones para viajar en el asiento trasero de un Escarabajo con una bella desconocida
En este caso  sobra aclarar que sobrevivir el viaje  basta y sobra para decir misión cumplida, dada la incomodidad proverbial de este tipo de carruaje. Si por añadidura el recorrido ocurre al lado de una desconocida y  bella, el viajero feliz, seguramente experimentará algo semejante a viajar sobre una alfombra mágica, como la de Aladino. En todo caso, lo más seguro es que algún bache del camino será más que suficiente para bajarlo de la nube, y bueno tendrá que agarrar al toro por los cuernos, aunque en este caso el toro es la bella. Serrat dixit, que en situaciones semejantes es válido decir cualquier tontería, y los manuales de urbanidad y buenas maneras (y también las telenovelas) están repletos de  argumentos semejantes, de manera que no los vamos a repetir aquí. Lo que sí vale la pena referir, es lo que le ocurrió en una ocasión a Somar, viajando en una situación similar a la que nos ocupa en este texto. La luz no era la mejor, pero a Somar le bastó para identificar un detalle de la bella,  un tan solo detalle suficiente para comenzar una conversación bastante pueril acerca del sabor del carmín que ella usaba aquel día. "Fresa" repondió la Bella- después de pensárselo un par de milisegundos, Somar replicó "me dejas probar"...

Conducta en los velorios
La avenida L-D dista mucho de la calle Humboldt en donde las primas primeras o primas segundas de Cortázar, practicaban el arte de apropiarse de los velorios ajenos. A pesar de las distancias geográficas, culturales y temporales, a pesar de todo eso y más, los buenos habitantes de la avenida L-D, legaron algunas contribuciones originales al manual cortaziano de conducta en los velorios: "no robarás pan de los velorios de los otros" reza la primera regla. Cabe aclarar que no es lo mismo velorios ajenos que velorios de otros. La regla fue acuñada por Corleone durante un velorio  de un difunto de la avenida L-D, de cuyo nombre no puedo acordarme. Corleone llegó al velorio casi a la misma hora que Onofrio, quien tardó una nada en percatarse que los deudos estaban más bien escasos de pan, por lo que enfiló sus armas inmediatamente o más bien directamente hacia un velorio en el cual no tenía vela, ni entierro, y llenó los bolsillos de su pantalón con todas las piezas de pan que le cupieron, las cuales en realidad no fueron muchas dado el tamaño de sus pantalones, pequeños igual que él. La otra regla -"Prohibida la entrada de peludos encalzonetados y enchancletados a un velorio"- la acuñó el mismísimo Corleone, indignado cuando el futbolista salvadoreño más famoso de todos los tiempos  asistió encalzonetado y con chancletas al velorio del hijo de uno de los habitantes originales de la avenida L-D. Semejante chimado- se quejó Corleone - y no le llega ni a los carcañales a Cariota Barraza. Una de las dos cosas que más lamentará Corleone el día que se muera, será el no poder  aplicar estas reglas o inventar otras en su propio velorio, pero por las dudas ya me lo imagino redactando instrucciones precisas en las que veta tajantemente  la entrada de Jorge Gonzales a su velorio, tal como hizo McCain con el Joker. La segunda y más importante cosa que lamentará, será seguramente no poder exclamar su famosa frase "camino que todos llevan", en su propio funeral.




jueves, 16 de agosto de 2018

Fernando LLort: El planeta de los cerdos





Aretha






lunes, 6 de agosto de 2018

Kurosawa: sueños y rapsodia en agosto

2 sueños






Los amantes del bosque


El gran ojo


Escena final Rapsodia en agosto


lunes, 30 de julio de 2018

Bella Ciao

viernes, 27 de julio de 2018

27 julio



























martes, 17 de julio de 2018

17 julio