viernes, 1 de julio de 2011

Earl Gray = café descafeinado

En una escena del film "Contact", S.R. Hadden, probablemente el personaje más excéntrico de la historia, ofrece una taza de té Earl Gray a la doctora Ellie Arroway. Le comenta que tratándose de un té Earl Gray, lo mejor es no agregar azúcar, limón o leche, para no echarlo a perder.

Algunos años más tarde, tuve oportunidad de ver en la televisión local la versión doblada el español de "Contact". En la misma escena, lo que S. R. Hadden ofrece a la Dra. Arroway es café descafeinado. De alguna manera, los encargados de adaptar el guión tuvieron razón al asumir que en nuestro continente escuchar Earl Gray equivale a oir llover.

Lo anterior es tan cierto que cada vez que en el pasado reciente intenté ordenar una taza de Earl Gray en algunos de los negocios más estirados de nuestro país, en el mejor de los casos el empleado o empleada me ofreció té gris. Intentando ser amable replicaba -té Earl Gray negro- Ante la estupefacción del desafortunado empleado o empleada, el ritual casi siempre tenía por epílogo el acto de tomar personalmente la bolsita de Earl Gray Twinnings....

Casi igual suerte corre el café espresso. En algunos establecimientos -que en nuestro país se anuncian casi como las catedrales del café- si uno tiene la desafortunada idea de ordenar un espresso, el repertorio de respuestas que ofrece el empleado o empleada pasa por -espresso americano, esencia de café, etc. Todo esto sumado a la obscenidad de servir el espresso en taza de cartón...



1 comentario:

Mónica dijo...

Muy interesante relato sobre el Earl Gray...

¡es mi té favorito, lo tomo sin azúcar, sin limón, sin leche y me fascina!
NUNCA lo he pedido fuera de casa para evitarme frustraciones...
Hace tiempo que no lo consigo en México desafortunadamente... tengo que traerlo y/o encargarlo del extranjero...
Gracias por su relato del té gris... O.o
Atentos saludos,
Mónica