lunes, 4 de julio de 2011

Artículos Breves y Maravillosos

En 1963 Alvaro Menen Desleal, que por puro amor al arte de las ficciones había descompuesto sus apellidos originales, Menéndez Leal, para darles un toque más provocador, de lo leal a lo desleal, tenía 31 años de edad y ya había dejado tras de sí una larga cauda que incluía su expulsión de la Escuela Militar Gerardo Barrios por haber publicado un poema que las autoridades castrenses juzgaron subversivo; lo metieron preso luego bajo el cargo de conspirar contra el régimen del coronel Osorio, había peleado en las arenas de boxeo de México y Centroamérica en la categoría de peso mosca, y después de ejerce el periodismo escrito había fundado el primer noticiero de televisión que se transmitió en El Salvador, amén de haber dado pruebas de ser un publicista sagaz. Ese año de 1963, entonces, ganó el segundo lugar en el Certamen Nacional de Cultura con su libro Cuentos Breves y Maravillosos, título que recordaba demasiado el de Cuentos Breves y extraordinarios de Borges, aparecido diez años atrás. Pero eso no era todo. Cuando el libro se publicó, traía a manera de prólogo una carta del propio Borges, que comenzaba: “Mi querido amigo:Al conocer sus Cuentos breves y maravillosos, pienso que no fue meramente accidental que Kafka escribiera La Muralla China: se repite en usted la nota de lo que con Bioy Casares llamamos las antiguas y generosas fuentes orientales. Se repite y se prueba mi idea de que el número de fábulas o de metáforas de que es capaz la imaginación de los hombres es limitado…limitado o no, lo cierto es que usted prueba a su vez que ese número no está en manera alguna agotado…mas usted le da nuevo engaste y logra con intensidad lo que otros, en más de veintitrés siglos, no lograron con extensión. Por eso yo no acepto el homenaje que me rinde al declararse mi seguidor. Si de algo es usted seguidor es de sus propios sueños...”..(Ver Artículo Completo de Sergio Ramírez "Borges y su Destino Centroamericano")

De vez en cuando la vida nos regala una de esas oportunidades preciosas y escasas de leer artículos breves y maravillosos como el escrito por Sergio Ramírez "Borges y su Destino Centroamericano" en el que sin querer queriendo le rinde homenaje a la imaginación de Álvaro Menen Desleal.

La imaginación del escritor salvadoreño en más de una ocasión estuvo adornada de controversia, pero en lo que a Borges concierne la carta en cuestión tiene sello de autenticidad, al fin y al cabo como dice Michael Ende, el límite del mundo de la fantasía es solo la carencia de imaginación de los personajes reales. Si algo le abundaba a Menen Desleal ese algo era precisamente imaginación.


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