viernes, 27 de marzo de 2009

Releyendo a Kapuscinski en tiempos electorales

"Los cínicos no sirven para este oficio"

Mi primer contacto con Kapuscinsky fue en la mítica librería Feltrinelli de Bologna. Era de uno de mis sitios obligados durante los fines de semana en los años de mi soggiorno en el Bolognese. Me llamó la atención un título escrito por Kapuscinsky que aparecía entre las novedades: "Las guerras del futbol y otros relatos". Los salvadoreños que llegaron a Europa durante los años 70 fueron objeto de sarcasmos por la denominada guerra del futbol. Sin embargo al darle una ojeada, me di cuenta que el tratamiento era serio, en realidad hablaba de las guerras de los pobres. Del prólogo solo puedo decir que mejor es imposible: ¿Dios, cuando vas a permitir que los débiles le ganen una batalla a los poderosos?- escribe Kapuscinsky tomando prestadas las palabras de un jefe tribal africano. Releer algunas de sus reflexiones después de la pasada campaña electoral, puede resultar ilustrativo. La manipulación, el cinismo y la falta de contexto aparecen como la lección magistral. Consultando en el Diccionario de la RAE, la definición de Cinismo. ((Del lat. cynismus, y este del gr. κυνισμός). 1. m. Desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables. 2. m. Impudencia, obscenidad descarada.), podemos comprobar que en efecto, el cinismo ha sido y sigue siendo una de las características de la "gran prensa nacional". Sobre la manipulación, solo puedo agregar que la campaña 2009 bien podría ser considerada un caso de estudio en los textos de ética periodística.


Ryszard Kapuscinsky dixit:

"El periodismo es una actividad en la que hay que medir las palabras que usamos, porque cada una puede ser interpretada de manera malévola por los enemigos de la gente de la que escribimos; desde este punto de vista nuestro criterio ético debe basarse en el respeto a la integridad y la imagen del otro. Porque nosotros nos vamos y nunca más regresamos, pero lo que escribimos sobre las personas se queda con ellas por el resto de su vida. Nuestras palabras pueden destruirlos."

"Nuestra profesión no puede ser ejercida correctamente por nadie que sea un cínico. Una cosa es ser escépticos, realistas, prudentes. Esto es absolutamente necesario, de otro modo no se podría hacer periodismo. Algo muy distinto es ser cínicos, una actitud incompatible con la profesión de periodista. El cinismo es una actitud inhumana, que nos aleja automáticamente de nuestro oficio, al menos si uno lo concibe de una forma seria. En mi vida me he encontrado con centenares de grandes, maravillosos periodistas, y en épocas distintas. Ninguno de ellos era un cínico".


"Siempre creí que los reporteros éramos los buscadores de contextos, de las causas que explican lo que sucede. Un día leemos una noticia sobre la llegada a Italia de un barco con kurdos; otro, el hallazgo de asiáticos encerrados en un camión en Inglaterra... Pero se trata de pequeñas noticias separadas que no explican nada. Se nos presentan fuera de contexto porque el verdadero contexto es la miseria".


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