sábado, 25 de marzo de 2017

De Viaje con Kapuscinski: Problem/No Problem


"Historia" de Heródoto era el libro de cabecera de Kapuscinski durante buena parte de su carrera como corresponsal [en no pocas ocasiones -de guerra-] en lugares tan variados como La India, El Congo, México, Honduras [por cierto cubriendo la guerra con El Salvador], China, etc. De alguna manera Kapuscinski se reconoce a si mismo en aquel incansable viajero de hace mas de dos mil quinientos años que se impuso a si mismo la monumental tarea de preservar nada más y nada menos que la memoria de la humanidad. Mientras se encontraba recorriendo Etiopía pasando antes por Uganda, Tanzania y Kenia escribe:

 "el conductor con el que viajé más a menudo se llamaba Negusi....  Negusi era un modelo de pulcritud,  en todas las paradas  se quitaba concienzudamente el polvo del traje con un pequeño cepillo que llevaba consigo.  Su comportamiento estaba de sobra justificado... Mis viajes con Negusi, me reafirmaron una vez más en la convicción de que la figura de otra persona entraña una riqueza  extraordinaria de lenguajes.... Y es que todo habla: la expresión de la cara y de los ojos, la gesticulación de las manos y el movimiento del cuerpo,más ondas que emite este último, la ropa y la manera de llevarla, y decenas de otros transmisores, emisores, amplificadores  y silenciadores que conforman la persona, y su química... El inglés de Negusi se reducía a tan solo dos palabras: problem/no problem... Pero con ellas nos comunicábamos en las peores situaciones. Esas dos palabras, más ese lenguaje extraverbal en que se convierte todo persona cuando la observamos atentamente y nos impregnamos de ella, bastaban para que no nos sintiéramos perdidos ni extraños y pudiésemos viajar juntos."

Me encontraba en este punto de la lectura del libro "Viajes con Heródoto" mientras viajaba en un autobús de la ruta 101D, cuando un joven pasajero de un grupo de tres, se sentó a mi lado, y de golpe comprendí el valor de las dos únicas frases en inglés que utilizaba Negusi, sin dudarlo un segundo pensé -problem- y discretamente dejé de leer mi libro de viajes y lo guardé sigilosamente en mi bolsón. Como un ejemplar típico de este tiempo que me ha tocado, debo reconocer que no puedo pasar por alto la sensación de peligro que se genera en el ambiente de un autobús cuando ingresa un grupo de jóvenes que exhiben determinadas características- problem or no problem, that is the question. En momentos así, todos los discursos de inclusión, integración, etc. pasan a ser letra muerta, lo fundamental es que si tienes los dos dólares que te exigirán, cuando uno de ellos se coloque al frente del autobús y nos explique las reglas del juego, entonces no problem. Si no los  tienes, entonces problem.

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