martes, 2 de agosto de 2011

Si Rulfo fuera Salvadoreño




La hacienda San Isidro de Doña Concepción v. de Regalado
está sitiada por unos 1500 trabajadores,
quienes en un piego de reclamos
piden a los dueños de esta hacienda
un aumento de salario y
mejoramiento de raciones alimenticias.
LA PRENSA GRAFICA, Sábado 16 de Enero 1932Fue resuelto el conflicto entre Doña Concha de Regalado y los trabajadores.
Intervino el Coronel Ernesto Bará.

El serio asunto quedó resuelto para satisfacción de ambas partes.
LA PRENSA GRAFICA, Domingo 17 de Enero 1932

Decía Facundo Cabral que Juan Rulfo solo escribió dos libros porque los que le contaban las historias se murieron. En la fábula "El Zorro es más Sabio" Augusto Monterroso elaboró una tésis más ingeniosa:


—Pero si ya he publicado dos libros —respondía él con cansancio.

—Y muy buenos—le contestaban—; por eso mismo tiene usted que publicar otro.

El Zorro no lo decía, pero pensaba: "En realidad lo que éstos quieren es que yo publique un libro malo; pero como soy el Zorro, no lo voy a hacer".
Y no lo hizo

El llano en llamas, bien podría haber sido El Potrero en Llamas. En la víspera de la masacre de 1932, el gobierno militar de El Salvador, le hizo a San Isidro el honor jamás repetido de enviar un contingente militar al mando de un coronel del ejército nacional para sofocar una huelga que tendría repercusión nacional.

Llevando su misión hasta las últimas consecuencias para que los colonos le revelaran el nombre del lider de los "comunistas" locales, el coronel mandó a capturar a todos los varones mayores de 14 años y los colocó frente al paredón. Antonio Granados se encontraba entre ellos, a pesar de ser menor de 14.

Solo la llamada providencial en el último minuto, que un escriba
anónimo hizo a Doña Concha, y la posterior conversación en la que Doña Concha le ordenó al coronel suspender el fusilamiento de los niños de San Isidro, so pena de atenerse a las consecuencias, cambió para siempre la historia de San Isidro. Es caprichoso el azar......
Felix Ascencio, el lider "comunista" finalmente fue capturado y fusilado junto a sus camaradas frente a la ceiba histórica de San Isidro. Ascencio es todo un personaje no solo en busca de autor; sino que también de rehabilitación histórica. Su tumba sin nombre en la barranca de El Pozo todavía espera justicia.

En aquel ambiente había cosas que solo se podrían explicar por un pacto con el diablo. Su inusual habilidad con el corvo, los apuros que pasó el pelotón de fusilamiento para rematarlo, todo esto sumado -y esta si que es buena- a la extraña coincidencia que puso nerviosos a los soldados del pelotón, cuando el volcán con sus retumbos retrasó una y otra vez la ejecución.
Casi al mismo tiempo -es decir casi tres décadas antes de llegar a San Isidro- mi padre había viajado hasta Los Amates, que bien podría ser Comala, en busca de su padre, Victor López, que bien podría haber sido Pedro Páramo, con palabras de Arcadia, que bien podrían haber sido las de Rulfo: "No vayas a pedirle nada. Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio... El olvido en que nos tuvo, mhijo, cóbraselo caro"


No hay comentarios: