domingo, 1 de mayo de 2011

Efectos Biológicos de Campos ElectroMagnéticos de RadioFrecuencia

Desde que inició el uso de las ondas electromagnéticas de radio frecuencia para transmitir radio, TV, telefonía, etc. el concepto de "ambiente electromagnético" ha sido incorporado al concepto más general de "ambiente" o medio ambiente, debido a la preocupación acerca de los efectos biológicos de los campos electromagnéticos de radio frecuencia.

Por lo anterior, algunos entes reguladores tales como el FCC (Federal Comunications Commission), que en EE.UU. tienen entre sus funciones la autorización de la ubicación de las antenas transmisoras o repetidoras de radio, TV, micro-ondas, telefonía celular, etc. han establecido una evaluación de impacto del ambiente electromagnético como parte del procedimiento de autorización.

En años recientes, la controversia ha girado principalmente alrededor de los efectos biológicos de las torres de telefonía celular, dado que para mejorar el alcance de estos servicios, los proveedores las instalan en los patios de nuestros vecindarios. Una medida de que tan expuestos estamos a estos campos electromagnéticos la podemos tener revisando la intensidad de la señal en nuestros teléfonos. Generalmente nos quejamos, si nos quedamos "sin señal". A pesar de todo, la fuente mayor de exposición para los usuarios -casi siempre- tiene su origen en nuestros pequeños teléfonos celulares, ya que mientras hablamos, generalmente colocamos estos transmisores de campos electromagnéticos en estrecho contacto con nuestra cabeza.

El FCC (y otras organizaciones reguladoras) han establecido límites de los niveles de exposición en función de la frecuencia, potencia, tiempo de exposición, etc. Los límites para el público general son más estrictos debido a que se exponen a estos campos electromagnéticos sin ninguna advertencia acerca de su existencia, ni de sus efectos. Esto a diferencia de los personas que entran en contacto con los campos electromagnéticos debido a la naturaleza de su trabajo. Hay que recordar, que uno de los electrodomésticos de mayor popularidad en los hogares en todo el mundo -el horno de micro ondas- es un transmisor de radio frecuencia.

La aplicación de campos electromagnéticos de una determinada frecuencia y potencia para cocinar, ilustra de manera bastante cruel el efecto general de los campos electromagnéticos sobre los tejidos vivos: Si nos exponemos el tiempo suficiente a la frecuencia adecuada y a la potencia adecuada, la temperatura de nuestros tejidos se eleva. De hecho, el descubrimiento accidental del efecto de calentamiento de las radiofrecuencias conocidas como microondas por Percy Spencer, puede servir como ilustración. Spencer trabajaba con un transmisor de radar, y descubrió que una barra de chocolate que llevaba en el bolsillo se había derretido. Luego probó colocando huevos y palomitas de maíz en el haz del transmisor.... El resto es historia.

En el pasado reciente y en el no tan reciente -de acuerdo al FCC- los casos de exposición provocados por transmisores de radio y TV han sido poco frecuentes debido a que generalmente estos transmisores se instalan en sitios adecuados para conseguir una mayor cobertura de la señal. Esto casi siempre significa torres transmisoras en la cima de montañas, sitios a los que generalmente tiene acceso solamente personal relacionado con la operación del transmisor, y que debería tener conocimiento de la exposición a los campos electromagnéticos. (Por ejemplo, al personal que trabaja con enlaces de microondas se le advierte de evitar mirar de frente al transmisor para evitar cataratas o ceguera).

En conclusión, la selección de la ubicación de transmisores de radio frecuencia debería tomar en cuenta el riesgo de exposición prolongada a los campos electromagnéticos de radio frecuencia de alta potencia a los que serán sometidos los seres vivos en las inmediaciones de las torres transmisoras. Por lo anterior es importante reconocer la existencia del "ambiente electromagnético" asociado al funcionamiento de transmisores de radio, TV, telefonía celular, etc. A nivel intenacional se reconoce la necesidad de incluir el "ambiente electromagnético" en toda evaluación de impacto ambiental realizada antes de autorizar la instalación de un transmisor de RF. Lo anterior es especialmente válido si se pretende instalar un transmisor cerca de habitaciones, lugares de trabajo o centros educativos.

Por último -pero no lo menos importante- debemos mencionar que las descargas atmosféricas también forman parte del ambiente electromagnético que debe ser considerado en relación al funcionamiento de un transmisor de RF, ya que por razones puramente geométricas, las torres y todas las estructuras relacionadas pueden afectar los niveles de exposición a descargas atmosféricas, en las cercanias de las torres y a lo largo de la longitud radial de las estructuras.

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