sábado, 21 de mayo de 2011

El Ladrón de Discos

Desde la epoca del acetato hasta el Blu-Ray, han existido ladrones -y también ladronas- de discos; algunos muy audaces, otros muy descarados; pero sin duda ninguno tan célebre como Bob Dylan.

Para llegar a ser lo que fue, Dylan emprendió un viaje sistemático de exploración de la geografía músical de los Estados Unidos. Sus versiones del blues de Robert Johnson "Kind Hearted Woman", o de la pieza folk anónima "The House of Rising Sun" son algunas de las joyas con las que Dylan regresó de esa expedición.

Sin embargo, el descubrimiento de la obra de Woody Guthrie marcaría de manera más definitoria la carrera de Dylan. Tras escuchar los primeros trabajos de Dylan, Guthrie no tuvo reparos en reconocerlo como su legítimo sucesor. Para poner en perspectiva este hecho cabe que recordar la frase que Guthrie había escrito en su guitarra: "esta es una herramienta para matar fascistas".

Una de las barreras para acercarse a la obra de Woody Guthrie era la casi imposibilidad de encontrar sus discos en las tiendas de música. En algún momento de su expedición, Dylan tuvo noticias de un coleccionista que poseía la obra completa de Guthrie. Dylan lo encontró, y de alguna manera fue capaz de convencerlo de dejarlo partir de su casa con todos los discos de acetato de Woody Guthrie.

No sabemos en realidad como terminó esa historia, pero en el film de Scorcese que relata la anécdota, Dylan no parece muy convencido de haber devuelto los discos. En suma, la historia parece haber dado la absolución a Dylan, ya que no pocos de los grandes trabajos -escritos en sus primeros años de carrera- tienen como referente la obra de Woody Guthrie.

Con 70 años a sus espaldas, Dylan ya no mata fascistas con su guitarra, y eso es decir bastante. Dylan tomó de Guthrie lo que necesitaba para nutrirse durante una etapa de su viaje, pero luego trabajó para distanciarse del rol de portavoz de la lucha por los derechos civiles.

Hace pocos meses en un artículo de opinión del New York Times se le criticaba por sus docilidad con el régimen chino, al aceptar la censura de algunos de sus temas más combativos durante sus conciertos en China. Nada que ver con la reacción del joven Dylan cuando en 1963 abandonó el show de Ed Sullivan -en aquella época el más importante de la TV en Estados Unidos- porque le sugirieron amablemente censurar una de las canciones que pensaba cantar durante el show.

A pesar de todo -incluyendo a pesar de haber cantado ante un Papa- Dylan es Dylan, y aunque reniegue por ratos de ese período en el que escribió lo que para nosotros en esta parte del mundo son sus mejores trabajos, Dylan -es por mucho- el cantautor más importante del mundo. Su voz "ajada" todavía hace vibrar nuestros sentidos, y sus textos todavía impactan nuestro intelecto.



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Not Dark Yet
(Aún no ha oscurecido)

Caen las sombras y llevo aquí todo el día,

Hace demasiado calor para dormir y el tiempo se escapa

Siento como si mi alma se hubiese vuelto de acero,

Aún tengo las cicatrices que el sol no sanó

Ni siquiera hay sitio suficiente como para estar en ningún lado

Aún no ha oscurecido, pero no va a tardar

Mi sentido de la humanidad se ha ido por el desagüe

Detrás de cada cosa hermosa ha habido siempre algún tipo de dolor,

Ella me escribió una carta y la escribió tan amablemente

Puso por escrito todo lo que se le pasó por la cabeza

No acabo de ver por qué habría de preocuparme

Aún no ha oscurecido, pero no va a tardar

He estado en Londres y también en el alegre París

Seguí el río hasta llegar al mar,

He alcanzado el fondo de un mundo lleno de embustes,

No estoy buscando nada en los ojos de nadie

A veces mi carga es más pesada de lo que puedo soportar

Aún no ha oscurecido, pero no va a tardar

Nací aquí y aquí moriré en contra de mi voluntad

Ya sé que parece que me muevo, pero estoy quieto y de pie

Cada nervio de mi cuerpo está ausente e insensible,

Ni siquiera recuerdo de qué me estaba escapando cuando llegué aquí

Ni siquiera oigo el murmullo de una oración.

Aún no ha oscurecido, pero no va a tardar.


Canción del disco Time out of mind, 1997.

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