miércoles, 14 de octubre de 2009

Queda la Música


La Cantata Sudamericana fue probablemente el primer trabajo de Mercedes Sosa que pude escuchar. En algún momento entre 1971 y 1972, mi padre compró por cuotas una radio multi-banda marca Sharp, que tenía 4 bandas de onda corta. En una de las estaciones de radio que escuchábamos habitualmente (Radio Nederland), transmitieron la Cantata, casi inmediatamente después de su lanzamiento en 1972. En ese sentido, la onda corta me concedió una especie de privilegio cultural, y ese hecho no tan simple tuvo una incidencia definitiva sobre mi proyecto de vida.

No canta usted, ni canto yo
es Sudamérica mi voz.
Es mi país fundamental
de norte a sur, de mar a mar.
Es mi nación abierta en cruz,
doliente América de Sur
y este solar que nuestro fue
me duele aquí, bajo la piel.


Otra emancipación,

le digo yo
les digo que hay que conquistar y entonces sí
mi continente acunará

una felicidad,
con esa gente chica como usted y yo
que al llamar a un hombre hermano
sabe que es verdad y que no es cosa de salvarse
cuando hay otros que jamás se han de salvar.




Durante mis años como estudiante en la Universidad de El Salvador, cayó en mis manos una colección de discos de acetato que incluía "Homenaje a Violeta Parra", "Traigo un Pueblo en mi Voz" y "A que Florezca mi Pueblo", los cuales una vez convertidos en cassettes, fueron las primeras grabaciones con un nivel de calidad decente, que yo pude escuchar de Mercedes Sosa. Es bastante probable que el disco con las canciones de Violeta Parra, sea no solo uno de los mejores trabajos de Mercedes Sosa; sino la mejor interpretación realizada por intérprete alguno de las composiciones de Violeta.

Resulta casi imposible imaginarse "Gracias a la Vida" sin la voz de Mercedes Sosa. Pero igualmente inimaginable es Mercedes Sosa sin "Gracias a la Vida". Como dice Aute- el resto es humo.


La nostalgia -ya sabemos- es culpable de la evocación eterna de lo que perdimos o lo que nunca tuvimos. Mi versión de los discos "A que florezca mi pueblo" y "Traigo un Pueblo en mi Voz" -¡vaya título!- estaba copiada en un cassette de 90 minutos (incluso les podría decir la marca), y desde que presté, perdí o me robaron aquel cassette hace unos 3o años, descubrí que un grupo de esas canciones había quedado grabada para siempre en mi memoria. A pesar de no ser las más populares de Mercedes Sosa, se habían convertido en añoranzas.

En los años 90, Tania Libertad, una de las eternas aspirantes a ocupar algún día el lugar de Mercedes, incluyó "Ay este Azul" y "Volver a los 17" en un CD, y esa fue mi oportunidad de volver a escuchar -al menos una de- las canciones pérdidas, y de comprobar -una vez más- que el reinado de la Sosa era eminente y vitalicio.

"Mercedes Sosa en Argentina", el mítico álbum doble grabado durante los conciertos en el teatro Ópera de Buenos Aires tras su regreso del exilio en 1982, llegó a El Salvador en plena guerra civil, y su distribución fue -como diría Silvio- un trabajo de hormigas.

(1982)




Este álbum representa mi única duda razonable acerca de cual es el trabajo con mayor repercusión en su carrera. El elenco de compositores incluidos es prácticamente un catálogo "Quién es Quién" año 1982 . Todos los recitales terminaron en sendas manifestaciones políticas, una de estas encabezada por personajes tan sui generis como Cesar Menotti. Creo que hasta ese punto de la historia, la voz de Mercedes Sosa no había hecho otra cosa más que crecer.

Mientras Yo vivía en Italia, a principios de los 90, aprovechando el viaje de una amiga a Argentina, le encargué la versión en CD. Está de más decir que para esa fecha, los ladrones de cassettes ya se habían actualizado y ahora se dedicaban a los CD. Igual suerte corrió "Gestos de Amor", un CD que apareció a mitad de los años 90, y que incluía entre otras bellezas: "De alguna manera" de Aute, y "Fragilidad" de Sting.

Desde los días de la radio de onda corta, medio por el cual conocí a Mercedes Sosa, la tecnología ha cambiado radicalmente. Hace 37 años escuchábamos con mi padre la "Cantata Sudamericana" por medio de Radio Nederland y la BBC de Londres, y apenas ayer, "Cantora" se abría paso a empujones en tecnología mp3. Sin embargo la cultura sigue marginada, "ninguneada". Las secciones de cultura en los medios salvadoreños son estíticas, si es que existen. En la mayoría de casos las noticias culturales se mezclan con las de espectáculos, o peor aún con las de los "fama".

Este fin de semana, para no ir tan lejos, durante la transmisión del partido Argentina-Perú desde Buenos Aires, se escuchó el himno nacional argentino cantado por Mercedes Sosa. A pesar de su muerte tan reciente, ninguno de los comentaristas deportivos fue capaz de decir pío. Escucharon su voz como oír llover. La anticultura parece corromper todo lo que toca, y una de sus expresiones es que el balón provoca un eclipse total de la razón.

¿Quién dijo que todo está perdido? -canta la Cantora- Yo vengo a ofrecer mi corazón. Por eso, a pesar de todo y a pesar de los pesares; y a pesar del fascismo cultural que se adorna con corbatas de Armani; a pesar de todo- Queda la Música.

Queda su Música
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