miércoles, 6 de enero de 2021

Hoolingans


Fuente: DW

 hooligan

Voz ingl.

1. m. Hincha británico de comportamiento violento y agresivo.

Fuente: https://dle.rae.es/hooligan


Así define el diccionario de la Real Academia Española, la palabra Hooligan: como una voz inglesa, y referida exclusivamente al futbol. En realidad, de acuerdo a John  Carlin, en su artículo "Inglaterra País Hooligan", ser o comportarse así,  es the english way  en relación al resto del mundo. Carlin ha filosofado acerca del comportamiento Hooligan de celebridades, como el entrenador Mourinho, del comportamiento Hooligan [y suicida], de los electores ingleses que votaron  a favor del Brexit, y también  acerca del Hooligan político más poderoso e innombrable del mundo. De hecho, incluso existe un quiz hilarante diseñado por Carlin, de acuerdo al cual, éste personaje luce como un cachorrito comparado con Mourinho, en términos de narcicismo; pero el entrenador es menos funesto, ya que por fortuna para el resto de la humanidad, su campo de acción se reduce al futbol.

Por ejemplo, Mourinho en el pasado reciente, antes de un partido de futbol contra un rival difícil, generalmente mataba el chucho* a tiempo, culpando anticipadamente al árbitro, a la prensa, el estado del césped, o a sus propios jugadores. Los Hooligans políticos aplican esta metáfora en las contiendas electorales, es decir aceptaré los resultados sí y solo sí  "Yo" gano. Creo que estas frases las hemos escuchado recientemente, y esta semana hemos visto el trailer de las consecuencias. En Inglaterra y en Europa, nadie en su sano juicio permitiría circular libremente a una horda de Hooligans armados hasta los dientes, mucho menos acercarse a la Cámara de los Lores, al Palacio del Elíseo, o al Palacio del Quirinale. 

Bueno, esta semana hemos comprobado las consecuencias extremas de investir a un Hooligan como jefe de estado, superando en estos términos incluso a "los otros" jefes de estado Hooligans como el premier británico (etcétera), que a la postre ha demostrado una pequeña dosis de realismo tras padecer en carne propia las secuelas de la pandemia y  las aftermaths del Brexit. Pienso que inclusive Mourinho se sentiría superado, o al menos igualado, con aquello de matar el chucho a tiempo y culpar a sus jugadores por perder un partido: Jamás Hollywood se había atrevido a tanto. Los narcisistas suelen decir: Me felicito a mí mismo; pero en casos de extrema necesidad a lo mejor se vale decir: Me perdono a mí mismo  [por enviar mis hordas a la trifulca y quedarme viendo la TV]. 

 

* Salvadoreñismo. Chucho: perro. Ver: Rivas, Pedro Geoffroy. "El Español que hablamos en El Salvador". Dirección General de Publicaciones, 1979.