En las últimas semanas las noticias se han sucedido a nivel mundial de manera muy vertiginosa: el anuncio de la renuncia del papa, la caída de un meteorito en Rusia, el fallecimiento del Presidente Hugo Chávez, la elección del primer papa latinoamericano, etc.
Contra todo pronóstico, la noticia en la que se relata la travesura del secuestro de la galleta dorada que ese exhibe en la fachada de la fábrica de galletas Bahlsen en Hannover, acaparó la atención de los medios, primero en Alemania, luego en medio mundo, y finalmente en este blog.
Los secuestradores firmaron la nota de rescate haciéndose llamar Trikie (una de las tantas versiones de Cookie Monster el personaje de Plaza Sésamo). Cookie Monster exigía el donativo de 1000 euros para un asilo de animales y una gran cantidad de galletas para un hospital pediátrico.
Finalmente la historia tuvo un final feliz, ya que la galleta apareció colgada en un monumento de la ciudad, y al parecer la fábrica Bahlsen terminó regalando más galletas que las que Cookie Monster exigía como rescate.
Y colorín colorado....
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