viernes, 2 de septiembre de 2011

Los tres funerales de Allende

Salvador Allende será enterrado por tercera vez el próximo 4 de septiembre, a tan solo siete días del otro 11 de septiembre. "Que el presidente mártir de los chilenos no haya podido "descansar en paz" se debe a las difíciles circunstancias de su primera muerte cuando los militares golpistas de Pinochet bombardearon el palacio presidencial La Moneda en 1973 y el presidente democráticamente electo muere. Es el cómo de esta muerte lo que ha determinado sus tres entierros", escribe Antonio Eskarmeta y añade: "Creo que una evaluación justa de Allende jamás será posible porque tuvo que conducir un país anormal, ingobernable: la reacción y la CIA determinaron desde antes que asumiera que era un "hombre muerto que camina ": Dead man walking."

Pese a que la era de la guerra fría -en el papel- es cosa del pasado, y que EE.UU. de manera oficial ya no alienta golpes de estado como el que derrocó a Allende el 11 de septiembre de 1973, los motivos sobran a la hora de invadir países. En el caso de Libia, a esta fecha podemos atestiguar que todavía no han terminado las hostilidades, y ya comenzó la lucha por la repartición de los contratos. Aquí se aplica la vieja regla política "el que se mueve , no sale en la foto". En este caso para sacar del pastel a China, Rusia y Alemania.

Para no ir tan lejos, el golpe de estado a Zelaya, presidente electo democráticamente, al igual que Allende, y las reacciones espontáneas de apoyo al golpe por parte de los sectores más trogloditas de la política y el empresariado centroamericano, alentados por el ala más dura del partido republicano, nos hacen temer que no son pocos los que todavía sueñan con el retorno de los regímenes autoritarios a las repúblicas bananeras. De hecho, la derecha política salvadoreña condecoró al golpista hondureño Micheletti. Más claro no canta un gallo.

La combinación de condiciones que precedieron al 11 de septiembre de 1973, tuvo de todo menos espontaneidad. Los paros de los transportistas, y el desabastecimiento en la canasta básica no ocurrieron por casualidad. Por otra parte sería una ingenuidad negar que la administración Allende cometió errores graves, también es posible que la izquierda más radical haya complicado aún más las cosas con su accionar. Todo eso es posible. Pero lo más importante es que para "los sectores más reaccionarios y para la CIA, desde antes que asumiera, Allende ya era un hombre muerto que camina". La suerte estaba echada.


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