viernes, 23 de marzo de 2018

La bella y el autobús


La bella ve que la miran
y el feo ve que no está solo en el mundo
La bella se deja mirar
mientras mira la nada que pasa por la ventanilla


La peor tragedia que le puede ocurrir a una bella, es que nadie se percate de su belleza. Esta es una tragedia cotidiana. Es casi el pan nuestro de cada día. Los mortales estamos más alerta de otras señales mientras transitamos en autobús. Este día para no ir más lejos, la bella de turno miraba a su alrededor, y casi nadie la miraba, casi. Y para cuando el viaje de la mañana llegó a su fin, la bella vio con ojos de resignación  al único espectador, a su único fan. Le sonrió, casi con una mueca, y seguramente pensó, "peores nalgas tiene un sapo".



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