domingo, 6 de marzo de 2016

Tocayo's Bar




Hace algún tiempo, mientras leía "Camino de Hormigas" de Miguel Huezo Mixco, aparecieron dos personajes, los Luises, quienes de acuerdo  al relato, serían los encargados de transportar al protagonista principal -el autor- hasta un campamento Guerrillero para su bautizo de fuego. Yo también conocí a los Tocayos, y gracias a uno de ellos, Luis Albarrán, tuve acceso, en aquella época tan difícil, a música que de otro modo jamás habría escuchado. En su época de mayor esplendor, la celebración cumbre de su cumpleaños tuvo como himno la versión de "Caballo viejo" con Roberto Torres. Su carnal G. Arreola, le hizo llegar desde el D.F. esta versión que no admitía barreras ideológicas, después llegaría el disco de Torres dedicado al trío Matamoros, también una obra maestra.

Los habituales del Tocayos Bar, que a veces también funcionaba como hotel (o campamento de refugiados), sabían que entre las monedas de cambio preferidas para pagar un favor en aquel local se listaban los acetatos de música clásica, acetatos de jazz, vinos chilenos, ron Havana club, ron flor de caña, etc. Así llegó el acetato  "Fania All Stars Social Change" hasta nuestras manos, y a nuestras antologías. Así llegaron también a nuestras vidas los  LP´s  "Dentro" de Caíto Díaz, "Así te Quiero" de Eugenia León"Alfonsina y el Mar" de Tania Libertad, y otros tantos. Otras veces eran apariciones fugaces de cassettes por cortesía de algún huesped temporal del Tocayo´s Bar. Así escuché por primera vez a Raigmundo Fagner haciendo duos con Serrat ("La Saeta"), y con Mercedez Sosa ("Años").

En una escena del film "El código Da Vinci", el protagonista principal, Robert Langdon, se presenta a media noche en el Chateau de Sir Leigh Teabing, con la policia francesa persiguiéndolos de cerca. Langdon le pregunta un poco desesperado a Teabing -¿hay alguna posibilidad de que le abras la puerta a un viejo amigo?- Los que buscan la verdad son más que mis amigos, son mis hermanos. Pues claro que te abriré la puerta -proclamó Teabing- pero antes debo asegurarme que en tu corazón anida la verdad. Una prueba a tu honor, me responderás a tres preguntas. Té o café fue la primera pregunta -Té, Earl Gray -respondió Langdon. Debe haber sido en el 84 o en el 85, cuando casi  sentí que me interrogaba Teabing, como condición para permitirme el acceso a las nuevas adquisiciones musicales del Tocayos Bar. Una plática con el Tocayo y F. Escamilla se convirtió casi en un interrogatorio o Inquisición, y de la nada comezaron a sonar un par de discos recien traidos en valija diplomática, y uno de ellos contenía la versión de "Altas horas de la Noche" interpretada por Eugenia León -bueno es un un poema de Roque Dalton respondí. Luego sonaron algunas piezas interpretadas por Caíto Díaz, y pude reconocer  "De alguna manera" del Aute. Desde antes, ya sabíamos que a pesar de las verdades que anidan en el corazón, igual podemos fallar, al fin y al cabo Teabing es el villano de la otra historia..


A finales de 1984 el Tocayo esperaba poderse casar, y nos pidió al otro Luis y a mí, que sirviéramos de testigos. Así las cosas nos embarcamos con el otro Luis, a bordo de la Felisa (el carro del Tocayo) un 22 de diciembre, rumbo a la Ciudad de México, no sin antes preparar un cassette con una antología de la mejor música que se escuchaba en el bar del Tocayo entre uno y otro trago de Cuba Libre, preparado con Flor de Caña... La antología original tenía una duración de 60 minutos (cassette C60), y sigue siendo el núcleo de la versión actual, y si la memoria no me falla iniciaba con "Decisiones" (no vió el truck  aparecerse...), "Ligia Elena", "Te andan buscando", "Caballo Viejo", "Popurrí  del trío Matamoros", "Pasé  la noche fumando",..y otras. Inevitablemente el cassette se convirtió en disco compacto, después en mp3, y a día de hoy en una lista de YouTube. Con el tiempo, el autor se ha permitido algunas libertades en relación al contenido de la antología, tratando de mantener el espíritu levemente irreverente de la versión original. Así por ejemplo, mientras nos encontrábamos en Ciudad de México atestiguando el intento fallido de reboda del Tocayo, supe que en un viaje anterior, cuando recién habían logrado liberar al otro Luis de la prision a manos de la policia  de Hacienda, una de las canciones himno del momento había sido GDBD del álbum  "Buscando América" de BLades. Eran pláticas de las que en aquel momento era mejor no saber demasiado. Por cierto, mis años de vegetariano llegaron a su fin durante aquella plática...

http://www.youtube.com/playlist?list=PL25vE0Mmw-e6wNYiXC3zmRFhDHmpjC97o

1 comentario:

Unknown dijo...

Interesante su historia, a mi manera y conociéndole me la imagino!