viernes, 13 de noviembre de 2009

Palabras para Tania

Pero si falta Usted
no habrá milagro
JOAN MANUEL SERRAT
Hace falta una sonrisa
como la tuya
para echar a andar la mañana
y la esperanza

hace falta una esperanza
como la tuya
para curar nuestras heridas
y remendar nuestros sueños

nos haces una falta sin nombre
desde que te fuiste
y a esta hora
tengo miedo de pronunciar tu nombre.

Tania Valentina estudiaba Ingeniería Eléctrica en la UES en 1989, fue mi alumna, y a pesar de que en los meses previos a la ofensiva, su situación ya era bastante comprometida, ella intentaba ser responsable de sus obligaciones como estudiante. A día de hoy tendría un poco más de 40 años, tendría hijos, quizás sería feliz, y como muchos de nosotros, seguramente tendría muchas interrogantes acerca del primer gobierno de izquierda en El Salvador.

Ella fue sacrificada durante la ofensiva de noviembre de 1989, y a medida que conocemos detalles de su martirio, es imposible que no pasen por nuestra cabeza pensamientos y preguntas inquietantes acerca de como sucedieron los hechos.

A 20 años de su muerte uno desearía recordar su nombre y poder decir que su sacrificio no fue en vano, o que al menos el pueblo por el cual ofrendó su vida, la recuerda con gratitud. No estoy seguro de que a día de hoy, alguno de estos deseos sea realidad.

A excepción de una placa conmemorativa ubicada en la Facultad de Ciencias y Humanidades, en la que aparece su nombre junto al de otros universitarios muertos durante la guerra, el nombre de Tania Valentina parece condenado al olvido dentro del campus de la UES.

Algún día, cuando los hijos de El Salvador tengan buenas escuelas, buenos hospitales, buenos caminos, y sobre todo lideres decentes, espero que su nombre sea recordado como se debe, y que alguna escuela, alguna plaza, algún laboratorio en el campus sean honrados con su nombre.


_________________________________________________________________________
A Tania Valentina Parada, querida y entrañable alumna de nuestra Escuela, una vida ofrendada durante los días terribles de noviembre de 1989.