En el universo de los niños, las palabras significan exactamente lo que ellos entienden, ni más ni menos. En una historia que me relataron este día, un niño al cual Don Fito llamaba "Pollito", escuchó tantas veces la expresión "se fue pal norte", que cuando su mamá también se fue pal norte, y al niño le preguntaban por ella, su respuesta era y sigue siendo: "se fue pal viento". Está de más explicar que para los niños salvadoreños, norte es sinónimo de viento, y viceversa.
En otra historia, recuerdo cuando mi sobrino Óscar, hace poco más de tres décadas, conoció a su profesora en un colegio de Antiguo Cuscatlán. Cuando él supo su nombre, no lo podía creer, la maestra se llamaba Luz, un hecho que para los adultos no llamaría la atención, sin embargo, para El Niño, ella se llamaba Luz, igual que el bombillo eléctrico. Óscar no paraba de reírse, para embarazo de la maestra, que nunca había experimentado la sensación de que su nombre era ridículo.
Finalmente, tenemos el día cuando Ignacio conoció a Pocasangre en la escuela de ingeniería eléctrica de la universidad. Por alguna razón, Carlos, su padre tenía que hablar con Pocasangre, y cuando estuvieron en su cubículo le dijo al niño, que para entonces tendría unos cinco años -Ignacio, te presento al Ingeniero Pocasangre. Ignacio no lo podía creer, y asombrado preguntó: ¿de verdad tiene poca sangre? Cosas de niños, cosas que los adultos no pueden entender desde el día en que perdieron la capacidad de asombro.
martes, 26 de diciembre de 2017
viernes, 8 de diciembre de 2017
jueves, 30 de noviembre de 2017
jueves, 23 de noviembre de 2017
El patriarca en su laberinto (Macondo)
Cuando aquellas estructuras comenzaron a inundar el paisaje, cuál molinos de viento, nos dimos cuenta que habíamos llegado a Macondo, al menos a su última encarnación. Estos armatostes a los que algunos lugareños llaman árboles, mientras otros prefieren callar, y que en realidad son los molinos de viento de Cervantes, están saturados de pequeños bombillos incandescentes propios de la época en la que los focos LED navideños, aún no habían sido inventados. Es una ocurrencia de la primera dama- nos dijeron -el hombre no tiene nada que ver, él simplemente financia su construcción. El empeño de las cuadrillas de trabajadores, afanados en construir los altares navideños encargados por la Doña a lo largo de la calle principal de Macondo, justamente la calle que lleva hasta el malecón en el que se posan las tres carabelas encalladas en la playa sin agua de la novela del Gabo, compite con el horizonte plagado de molinos de viento. Y tras las cuadrillas de los altares, hacen cola los trabajadores de las cuadrillas de los nacimientos, en una especie de historia sin fin. Solo faltan los vendedores de pescaditos de plata, los rótulos para combatir la epidemia del sueño y el olvido, y la tienda de Melquíades, con la fila de curiosos que pagan para tocar el hielo. Todas las excentricidades tienen un límite, y esto lo saboreó en carne propia el patriarca en el otoño del Gabo, cuando durante la ceremonia en la que los gringos lo condecoraban en agradecimiento por haberles vendido a precio de regalo toda el agua del mar, olvidó que su madre se había mudado a la casa presidencial, junto a sus chunches viejos, y sin que nadie pudiera evitarlo, ella tomó la palabra y dijo que de haber sabido que su hijo llegaría a presidente, lo habría enviado a la escuela. Cosas veredes amigo Sancho.
domingo, 5 de noviembre de 2017
miércoles, 1 de noviembre de 2017
“La vida es más que atender tuiteos dementes”
El músico y exlíder de Led Zeppelin publica un segundo álbum junto a los Sensational Space Shifters, 'Carry Fire'
Robert Plant
miércoles, 25 de octubre de 2017
Talapos y Torogoces
Imágenes de Torogoces
Torogoz
Imágenes de Talapos
El campus de la UES, se ha convertido, muy a su pesar, en un santuario para estas y otras especies. Hace algunos años, se anunció la iniciativa "Ambientalizando el Currículo" aquí en la UES. Cuando se hizo la presentación pública, yo y otros, asistimos con alguna ilusión, con la esperanza vana de que el tema ambiental se volvería una especie de eje transversal; pero nos advirtieron que la cosa no iba por allí. Todo terminó en la creación de un espacio burocrático que contiene la palabra "Ambiental" o "Ambiente" en el escritorio correspondiente. El habitat de Talapos y Torogoces, son las barrancas y paredones con bastante humedad. El edificio de la Escuela de Ingeniería Eléctrica se comunica con el resto de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura por medio de un paredón, bastante adecuado para estas especies. Este paredón es una especie de micro-santuario para los Torogoces en el lado norte de la EIE. Cualquier campus en el mundo, se vanagloriaría de servir de santuario al ave nacional. Pero en la UES no es así..
Contaminación en habitat de Torogoces en campus UES
Contaminación en habitat de Torogoces en campus UES
Contaminación en habitat de Torogoces en campus UES
Ambiente usado para nidos de Torogoces
Ambiente usado para nidos de Torogoces
Ambiente usado para nidos de Torogoces
Este espacio, que bien podría ser conservado y protegido como lo qué es: un micro-santuario para Torogoces, se ha convertido casi en un botadero de basura. Las fotografías muestran el paredón del costado norte de la EIE. La presencia de desechos plásticos (botellas y bolsas utilizadas para agua), es muy común. Este es un problema de responsabilidad compartida; sin embargo el llamado "Síndrome de las Ventanas Rotas" de Zimbardo, queda en este caso cómo anillo al dedo. El estudiante típico UES, se encuentra desde el primer día en que entra en contacto con la institución, con la encarnación del síndrome de Zimbardo. Cuando el aspirante de nuevo ingreso llega al campus, observa no solamente ventanas rotas, sino que también basura y otras formas de desorden institucional. En consecuencia, el nuevo estudiante, se suma como una voz más en el coro del caos (a veces como solista).
viernes, 13 de octubre de 2017
miércoles, 11 de octubre de 2017
Refugiados con Alas
Piranga Rubra
La naturaleza no entiende de cegueras demenciales disfrazadas de lo que sea. Anualmente, los pájaros huyen del frío norte y buscan refugio en el Sur. Me gusta la palabra Sur, tanto como le gustaba a Benedetti o a Serrat. Este año, la huida, o la guinda, como se dice aquí en El Salvador, ha comenzado antes. Por ejemplo el Piranga Rubra, que acostumbra llegar en noviembre se ha dejado ver este día en el campus.
Setophaga petechia
También varias especies de aves miniatura que en nuestro país conocemos popularmente como gorriones, han aparecido en las últimas dos semanas en el campus. El Setophaga petechia ha sido visto desde el 28 de septiembre. El Troglodytes Aedon, fue visto el 6 de octubre, y por último, el Oreothlypis peregrina llegó este día día junto al Piranga Rubra.
Troglodytes Aedon
Oreothlypis peregrina
A lo mejor, se trata solo de vuelos adelantados. también es posible que los pájaros y la naturaleza, con su inmensa sabiduría, simplemente se alejan a toda prisa de la demencia superlativa e innombrable. Lo cierto es que en tiempos de negacionismo científico, verdades alternativas y fake news, los pájaros demuestran por enésima vez que la naturaleza no necesita satélites para entender que precisamente este día 11 de octubre es preferible cantar al sur del Río Grande.viernes, 6 de octubre de 2017
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