martes, 23 de septiembre de 2008

El Pastorcillo Mentiroso y el Marketing Político

En el escenario actual, la ética del marketing político es un modelo híbrido Machiavelli-Goebbels, segun el cual "todo está permitido". Algunas de las estrategias que ya están siendo aplicadas en la campaña de los EE.UU. parecen copias al carbón de las citas del ministro de propaganda del gobierno de Adolf Hitler. A manera de ilustración presentamos dos citas famosas de Joseph Goebbels:
  1. "Más vale una mentira que no pueda ser desmentida, que una verdad inverosimil"
  2. "Miente, miente, miente, que algo quedará. Mientras más grande sea una mentira, más gente la creerá".

El efecto de las campañas [de desinformación] montadas con el apoyo de sectores poderosos ultra-conservadores en los EE.UU. ha logrado demonizar la figura del senador Obama en sectores significativos de votantes. De acuerdo a un artículo de Nicholas Kristof publicado en el NYT el 23/09/2008:
  1. Casi un tercio de los votantes en EE.UU. "saben" que el senador Obama es musulman o creen que él podría serlo.
  2. Un porcentaje en incremento- un 16 por ciento en la actualidad- dicen que no están seguros de su religión porque han escuchado "cosas diferentes" acerca del asunto.
  3. En círculos de la derecha cristiana y en estaciones de radio cristianas, inclusive hay teorías muy difundidas de que el senador Obama es el anticristo.
"Mientras más grande una mentira, más gente la creerá" decía Goebbels, y todo parece indicar que sus teorías funcionan tan bien en el EE.UU. de hoy, como en la Alemania nazi. ¿Y en El Salvador? Si a los habitantes de los estados con menores niveles de educación en EE.UU. se les puede hacer creer que un candidato es el anticristo, entonces el tamaño de las mentiras que los gurús del marketing político pueden ser capaces de montar en El Salvador antes de las elecciones de marzo pareciera no tener límites.

"Al mentiroso no se le cree, aun cuando diga la verdad", sentenció Esopo en el epílogo [moraleja] de su fábula "El Pastorcillo Mentiroso". En política, esta sabiduría clásica pareciera no tener aplicación. O a lo mejor, esta sabiduría ya perdió su vigencia. En estos tiempos, la lectura de los cínicos sería que al "Pastorcillo Mentiroso" se lo comió el lobo por no haber contratado un buen asesor de marketing político. Hay un viejo dicho de Tennessee, que el presidente Bush, repite en la escena final del film Farenheit 9/11, de Michael Moore: "Fool me once, shame on.....Shame on you. You fool me, we can´t get fooled again". Como dice Moore, por una vez en la vida estamos de acuerdo.